07 febrero, 2019

Hay veces, no muchas ni tampoco pocas, que pienso en ti

Correr detrás de ti significa hacerlo en círculos. Huimos y volvemos a encontrarnos en el mismo sitio, de la mano, sin saber como y sin querer saberlo.

Solo sé que tu mano, irónicamente, tiene el tamaño perfecto para la mía. Y que cuando alguien te hace reír a ti, es como si me hiciera cosquillas a mi, como un bypass, directo de mi coronaria a mis sueños. 
Sonríes y como una bala un "Quizás" atraviesa mi mente.
Mis ojos caminan por el filo de tu boca, hasta el vértice donde se unen mis miedos y tu comisura.

Y me confiesas, apartando la mirada que no estas acostumbrada a que te digan cosas bonitas, y joder, que idiota quien no te escriba cuadernos llenos de palabras, sobre cada una de tus sonrisas.
La sonrisa pequeña y tímida cuando te da vergüenza.
La sonrisa grande cuando te ríes a carcajadas.
La sonrisa irónica cuando te digo verdades a medias.
Y mi sonrisa favorita, esa que reservas para cuando te sientes libre, y vuelas alto, y yo, como Ícaro, tan idiota, te seguiría hasta derretir mis alas en el calor de tu risa.