22 noviembre, 2012

Me gustas desde los pies a las rarezas.

Suelta una nube de humo, que creo que no podría estar con una mujer que no fume.
Cada calada llena de humo hace volteretas a nuestro alrededor. Te rodea, luego desaparece y no puedo evitar acordarme de ti. Hoy estas por aquí, rodeandome, mañana distante fumas tus penas en soledad y yo daría un penique por tus pensamientos. Y por saber si pasarías una noche entre las pesadillas y yo. Por saber si me acompañarias en ese camino de autodestrucción que dicen, se llama vida.

Ya sabes, si quieres, siempre ando por ahí, como el humo de ese último cigarro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario