13 junio, 2011

Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día.

Eres un ángel maldito, eres la dama más cruel.  Un arma de doble filo: contigo sólo puedo perder, tu me estás atrapando otra vez. Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no,  y ahora tengo que esconder las heridas.  Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí. 

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