23 mayo, 2011

Cuatrocientos dos


Se esfuman, la calma, el sentido, la pausa, y el recuerdo y la rabia, ya duermen aquí. Y dime como hemos ido para que sin sentido, no volvamos a ser algo más que dormido y odio reconocido, y un camino sin recorrer. Y mira donde hemos ido, todo el tiempo invertido, sólo, para ser, como el desconocido, que se esconde perdido.

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