06 abril, 2011

Siento su nariz en mi cuello, sus brazos a mi alrededor, su colonia en mi espalada. El sonido del reloj de para en mis oídos, solo oigo su voz, las palabras dejan de tener sentido. El resto del mundo desaparece, su presencia detrás de mi es lo único que importa. El corazón ya no duele el miedo ya no esta, me llena de paz con un abrazo. El abrazo no es eterno y se difumina como tu cuerpo en mi espalda y contigo se va la paz y vuelve el miedo, el dolor del corazón, pero con una mirada se arregla el alma. Con una sola mirada... 

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