la cama es pequeña y fría.
Pero cuando tu duermes aquí
es como si todo estuviese completo,
por fin,
como si estuvieseis echas la una para la otra.
Y yo miro con envidia como te envuelven las sabanas
como si te quisieran solo para ellas,
pero luego te das la vuelta y me miras a mi
y ya no hay envida que valga.
Que es en ese momento cuando me despiertas
solo para que te abrace, y yo quisiera no soltarte.
Pero cuando no estas no me queda mas que el recuerdo
de tu olor en la almohada, y tu tacto en mis manos.
Y puedo decirle a cualquiera, y quien lo haya vivido
estará de acuerdo, en que ese olor no consuela
que no estés aquí.
Conmigo.
Contigo.
Eso si serian unas buenas noches.