Que te sientes a mi lado, te acerques a mi oido y me susurres ''te quiero''. Entonces yo te responderé con un ''yo más'' encantada. Que empecemos a ''discutir'' por quién quiere más a quién y de repente, sin esperarlo, me plantes un beso; pero no un beso cualquiera, sino un beso que no olvide jamás, uno de esos de película. Y que solo con eso pares el mundo.
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