Desde que tu risa invade cada hueco de mi vida todos los poemas te describen.
Desde que tus ojos me miran protagonizas todas las películas.
Desde que encajas, a la perfección, tu mano en la mía, todo el amor, lleva tu nombre.
Desde el primer momento, no preguntes como, pero lo supe, no en ese momento, pero algo dentro de mí sí que lo sabía.
Que tú, de entre todas las personas que se cruzan a lo largo de una vida ibas a ser quien la cambiaría.
Que desde entonces la felicidad llevaría tu nombre tatuado, que el camino sería de tu mano, y que cada alegría sería mayor contigo, y cada tropiezo sería menos doloroso contigo.
Y parece que tenía la razón, que cada beso sabría mejor que el anterior.
Que cada abrazo es como mi casa, mi lugar seguro.
Y, no lo sabia entonces, pero si lo sé ahora, que todos lo sueños que tenemos se irán construyendo, poco a poco, paso a paso, de la mano.
Quiero todos los segundos de la vida contigo.
Quiero todos los momentos, las risas y las lagrimas.
Quiero cada centímetro perfectamente imperfecto de ti.
Te quiero, en todas tus formas, de todas las maneras.